El carnaval de Guaymas no
tendrá la presencia del socorrismo que forma parte de la Cruz Roja. La noble
institución no formará parte del operativo de seguridad ni hará acto de presencia como tradicionalmente se da en el curso
de estas fiestas, porque el infinitamente soberbio de Fausto Gutiérrez, “director”
del Instituto de Festividades, así lo ha provocado.
El mismo “funcionario” público,
a quien en mala hora se le asignó la organización de la fiesta más importante
del puerto, negó el recurso que la noble institución solicita para este tipo de
eventos. No dinero en efectivo, sino en materia. Es decir, gasolina, agua y
alimentos para el personal que cubre el servicio de protección a quienes
asisten al festejo.
Ladino y déspota como él sólo,
Fausto Gutiérrez pidió a la institución que le presentara una solicitud en lo
económico al citado instituto, rechazando el detalle del recurso material
requerido. Tras recibir la petición, simple y sencillamente les respondió, con
toda la acostumbrada arrogancia de quien se olvida que solamente va a estar
tres años echando más a perder el carnaval, que NO se les dará ni un solo centavo.
Pero no solamente eso. El
citado tipo, quien causó el rechazo muy generalizado tras expulsar del paseo de
carros alegóricos del ya inminente carnaval a la tradicional y muy reconocida
banda Payaso’s Musical, EXIGIÓ la presencia de los miembros de la institución
PORQUE ES OBLIGACIÓN DE ELLOS PROTEGER a
la ciudadanía, y en este caso, a quienes acudirán al evento. ¡Vaya cínica desfachatez!
De tal forma que, durante los
eventos del carnaval, en que la borrachera se generaliza y los riesgos de
accidentes se multiplican, Cruz Roja Guaymas, de acuerdo a lo que SÍ SON sus
obligaciones, tendrá el personal acostumbrado en las instalaciones de la delegación,
en la calzada Agustín García López, y acudirán a cualquier emergencia que se
presente durante los festejos COMO SI FUERA UN SERVICIO COMÚN. Es decir, la CR
permanecerá con la misma alerta con que lo hace las 24 horas de los 365 días
del año. No habrá atención especial para esas festividades.
De esta forma, debe quedar
claro que, si una de las ambulancias llega tarde a un servicio requerido desde
el área carnavalera, la responsabilidad no será de la institución, sino del
mismo des-organizador de los festejos, quien de una forma por demás prepotente
y autoritaria, negó hasta el trago de agua a los que regularmente se instalaban
al interior de los festejos del Rey Momo.
La advertencia está hecha.
Los resultados serán SU
responsabilidad.
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