O sea… ¿realmente creen que el
ausentismo laboral se redujo con la “fantástica” idea de trasladar los
descansos obligatorios por fechas cívicas a los lunes?
Soy quizá de los muy pocos que
nunca estuvieron de acuerdo con esa absurda reforma, de alargar los llamados “puentes”
para evitar el ausentismo, sobre todo en las escuelas.
¡Por favor! Sigue estando de
risa.
Mire, en relación al tema laboral,
el trabajador mexicano --hay que aceptarlo-- es flojo por naturaleza. Ni modo,
es un estigma muy bien ganado que tenemos los mexicanos, aunque a muchos nos
moleste.
Cuestión de revisar las
justificaciones tan inauditamente tontas que esgrime mucha gente --hombres y
mujeres-- pretendiendo que le disculpen la falta a su trabajo. Hay personas que
“explican” a su patrón que parió la gata… ¡y que no puede presentarse a sus
labores!
Y los “puentes” sólo sirven
para solapar más faltas injustificadas y acomodaticias.
En el tema de los cursos
académicos, hay que reconocer la GENIALIDAD de la nueva generación de padres de
familia, para muchos de los cuales, la presencia de una diminuta nubecilla en
un cielo despejado en época de sequía, es razón ultra poderosa para que las
clases se suspendan.
Y encima de todo esto,
llegaron unos “genios” a las cámaras legislativas a presentar iniciativas para “incentivar”
(jajaja) a trabajadores y estudiantes con los larguísimos “puentes” amparados bajo esa grotesca idea de que con
eso se evitaría el ausentismo.
Lo peor: los niños no van esos
lunes a clases ¡y ni siquiera saben por qué! (Le sugiero: pregúntele a su hijo
si sabe por qué no hubo clases el lunes pasado… digo, si es que usted ya lo
sabe) La aplicación de este sistema sólo vino a fortalecer la INCULTURA que ya
existe entre los estudiantes de hoy, que no saben multiplicar bajo el conocimiento
de las “tablas” y muchísimo menos contar ¡siquiera! con los dedos de las manos.
Mejor ni toco el tema de Historia de México o algo de Español.
En lo personal, yo SI ESTOY DE
ACUERDO en que desaparezcan los “puentes” provocados por la manipulación
irresponsable de las fechas cívicas. Nadie, absolutamente nadie, tiene derecho
de manipular a su gusto y comodidad aberrante el anecdotario histórico.
¡He dicho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario