Bueno, creo que llegó ya el
momento de dejarnos de tantas pendejadas, mitotes, chismorreo barato,
diferencias sociales, políticas e ideológicas y asumir CADA QUIEN la
responsabilidad a la que le seguimos sacando la vuelta todos los días. El
coronavirus está provocando una pandemia en el mundo, y en Guaymas ya tenemos
un caso que, si no se cuida bien, podría provocar cientos y hasta quizá
millares de infectados.
Si bien es cierto el muchacho
afectado, según información OFICIAL de la Secretaría de Salud, por voluntad
propia decidió aislarse inmediatamente tras su regreso de España según versión
de familiares, el simple hecho de que exista una persona infectada en nuestra
ciudad ES UNA SEÑAL DE ALERTA MÁXIMA. No creo que haya necesidad de multiplicar
recomendaciones para afirmar que aquí ya hay un peligro de contagio.
Esto lo comento porque, aún en
estos momentos, y más todavía, cuando estamos todos reproduciendo y reenviando
por las redes las MILES de verdades que proliferan en torno a este grave
problema de salud, resulta por demás dramático que cientos, y creo que millares
de guaymenses, desoigan el ya desesperado llamado oficial de recluirse en casa
para evitar riesgos. Este domingo, playas, restaurantes, supermercados y muchos
lugares más, estén llenos de gente que no toma la más mínima medida de
seguridad, como es el cubrebocas.
Todos decimos estar
preocupados, asustados, ¡aterrados! Todos distribuimos la última “verdad” que
me llegó por WhatsApp y opinamos (ahora todos somos EXPERTOS en el tema) en las
redes, repartiendo culpas pero sin asumir cada quien su obligación de
PROTEGERNOS del virus. Todos decimos tener la razón pero nadie nos queremos dar
cuenta de que SOMOS NOSOTROS mismos los que, con nuestra indolencia e
irresponsabilidad, VAMOS A PROVOCAR QUE EL VIRUS CUNDA en casa de un descuido o
una distracción.
El virus está en Guaymas. La
persona esté aislada, protegida y con todas las medidas elementales para que no
se propague. Pero no sabemos si en el transcurso del viaje a casa pudo haber
contagiado a otra persona. Y si así fue, entendamos de una vez por todas, que
las autoridades no nos están pidiendo que nos encerremos en casa por
prepotencia, abuso de autoridad o capricho. ELLOS TAMBIÉN CUMPLE CON SU
OBLIGACIÓN.
Los pleitos políticos ¡sobre
todo! Déjenlos para después ¡chingado!
¿O sea que ni en momentos como
estos, en que hay un verdadero peligro general de salud, podemos olvidar
rencores, y unirnos todos con el mismo fin que representa nuestra propia
seguridad?
Reaccionemos, por favor!
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