Ayer me llegaron un par de los
miles de audios que circulan a través del WhatsApp, particularmente, en los que
un par de mujeres no solamente hacen gala de una increíble facilidad para
difundir el lenguaje urbano (chismorreo, vaya) con respecto al caso del
muchacho recientemente fallecido por Covid-19 en nuestra ciudad.
En su verborrea cargada de
palabras vulgares, queda por demás evidente la incultura, la absoluta
ignorancia y la lamentable postura de alguien que hace del mitote su modus
vivendi. En sus expresiones escritas, las mujeres llegan al extremo de burlarse
de la muerte.
Pero todo eso, amigo lector,
palidece ante la expresión de una de ellas, cuando refiere que las madres de la
familia con problemas de salud, “dejan salir a sus niños y estos se andan revolviendo
con todos los chamaquitos de los que vivimos aquí”, en un inaudito grado de
extrema irresponsabilidad.
Es decir, si sus “chamaquitos”
resultan contagiados, los culpables serán los familiares del muchacho fallecido…
¡no ella!
En medio de un angustioso y
preocupante nivel de la pandemia en nuestra región, la incultura del pueblo
puede provocar hasta el fracaso las medidas que comprobadamente están
realizando los tres niveles de gobierno para frenar la oleada grave de
contagios.
Al llamado de “Quédate en tu
casa”, hay personas, familias enteras, que salen de su casa para enterarse de
la vida de los demás, pero no para proteger ni siquiera a lo más sagrado de un
ser humano: los hijos.
¡Qué feo caso!
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