martes, 2 de junio de 2020

Reclámenle a Dios...

Muy pocas veces reproduzco o comparto las mil distintas versiones que llegan vía redes sociales, a cual más de ellas con la advertencia de que “esta es la única verdad”, en relación al Covid-19. Pero en esta ocasión lo hago porque me lo escribió de manera personal un médico amigo, radicado en nuestro puerto, de enorme prestigio, a quien considero uno de los mejores que tenemos en la región.
Me guardo su identidad porque, insisto, su comentario fue a título personal. Y vino como respuesta a mi pregunta de que si podía ir a visitarlo, sólo para chequeo en lo general. Aquí le transcribo su contestación, salvo algunos detallitos gramaticales que le cambié.
“Le ruego mil disculpas.
“Tenemos 6 médicos y 14 enfermeras infectados en Guaymas, uno de ellos grave en Hillo.
“En Obregón, 19 médicos infectados, entre ellos el jefe de infectología de la Umae en el IMSS.  3 de ellos están muy graves.
“La gente no cree que el Covid-19 nos mata. Ya no nos ayuda. Ya no usan cubrebocas,  escupen en el piso, tosen en nuestra cara, llevan 4 acompañantes, saturan la sala de espera, estornudan sin cubrirse, no guardan distancia.... Y para rematar se hacen acompañar de niños”.
Y luego agrega: “soy persona de alto riesgo, tengo 61 años, y tomo 1 Enalapril  al día.
“El 75% de los médicos no estamos dando servicio.
“Es probable que tengamos que esperar la vacuna y no exponernos.
“Estoy confinado desde hace 71 días y, ocasionalmente salgo a hacer pagos.
“Les ruego su comprensión”.
Y para finalizar, el médico me escribe una reflexión: “¿alguna vez se han preguntado qué sucedería en una catástrofe sanitaria si cae el personal de Salud?
“No queremos trato especial, sólo aspiramos a que no nos contagien.
“De otra suerte, nosotros seremos los contagiadores.
“Un abrazo.”
Como todo ser humano, ellos también tienen miedo a contagiarse, y probablemente a morir, como ya está ocurriendo con gente del sector Salud.
Y lo más terrible y abusivo del mundo es que, cuando muere gente que no quiso obedecer las instrucciones sanitarias, los familias los responsabilizan a ellos… de la irresponsabilidad ajena.
Los médicos, los enfermeros, hombres y mujeres, son los que son los que se agarran de la mano de Dios para salvar vidas.
¿Por qué reclamarle a ellos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario