jueves, 8 de octubre de 2020

Políticos sin identidad

 

Las vergonzosas fusiones de partidos políticos que se están preparando para el proceso electoral prácticamente en marcha, es de los asuntos más aberrantes, corruptos y lamentables que esté dando la historia política de nuestro país.

Si alguien alguna vez ha dicho que muchos políticos no tienen vergüenza, con esto que está pasando se quedó corto. La moral, la decencia, la ética y la integridad, no existen en el diccionario de la política mexicana. Los intereses siguen y seguirán por siempre.

A mucho orgullo, como si fuera un asunto que debiera privilegiarse como extraordinario y genial, algunos de esos desvergonzados hablan ya de la “alianza” (yo le llamaría contubernio) de priístas, panistas, perredistas y demás capirotada de rémoras, para enfrentar a morenistas, petistas y a ver qué liebre salta durante el día.

En serio, señores “genios” que han ideado este tipo de conspiraciones… ¿no sienten aunque sea un miligramo de vergüenza?

Soy de los convencidos de que todavía quedan por ahí algunos raros ejemplares de políticos honestos. Muy poquitos. Menos que los dedos de una mano, pero por ahí andan, como entes extraños. A esos se les cuestiona… ¿no pueden aunque sugerirle a esa bola de pícaros que no sean tan cínicos y desvergonzados? El silencio los hace cómplices.

Necesariamente, con esa muestra de desfachatez y cinismo cómplice, tiene que volver a discutirse el viejo tema: ¿por qué México tiene tantísimos partidos políticos que sangran de manera extrema el erario (cada uno de estos órganos tiene su buena tajada del dinero público) para al final de cuentas convertirse en un par de pandillas de ambiciosos del poder?

Es urgente que la Nación entre en una transformación tan profunda que permita acabar ya con la partidocracia. Legislar responsablemente y presentar esa iniciativa tan urgente que reduzca sólo a dos los partidos que intervienen en los procesos para elegir a nuevos (son los mismos) gobernantes. Por eso muchos ven la política como negocio particular.

El día que alguien tenga la visión de quitar a los partidos políticos el financiamiento que malamente les otorga el gobierno con dinero del erario, y ordenarles que se sostengan con las cuotas de sus membresías… ¿verá cómo van a cambiar las cosas, oiga?

Pero como no… ¡pues no!

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