No entiendo al PRI ni al PAN. Tampoco al PRD y mucho menos al Movimiento Ciudadano.
En el caso de los dos primeros, los dos partidos de derecha se consideran los de más sólidas estructuras, organización y principios, los que más han ¿ganado? elecciones, los que tienen los padrones más voluminosos, los que manejan un impresionante movimiento territorial.
En el caso del PRI, con todas
las centrales obreras habidas e inventadas dentro de su capital político. En el
del PAN, con una gran presencia entre el sector empresarial y de negocios,
organizaciones juveniles y femeniles y gran presencia en barrios y colonias
(dicen ellos).
Resulta que los más furiosos
antagonistas ahora tienen que unir “esfuerzos” y aliarse con los léperos que
dirigen al PRD nacional, cuyo capital político son dos vividores del erario que
dan puntapiés a lo poco bueno que les queda, y con los casi recién nacidos del
MC, cuya incipiente historia está ya plagada de tumbos y pleitazos.
Ahora resulta que los dos amos
y señores de la mayor parte de la militancia partidista, con una estructura que
“los hizo ganar” por décadas, un grupúsculo de viejos amarillentos y unos
anaranjados que no saben ni de dónde vienen ni para dónde van, tienen que armar
una desangelada pandilla para tratar de ganarle al que dicen que nadie quiere
para Sonora.
Ahora sí ya no entendí nadita
de nada.
A propósito... ¿quién va a ser el bueno?
¿Van a ir todos como borregos?
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