Gran parte de la militancia morenista está consternada. Sienten que toda esa esperanza fundamentada en la guía moral de quien ahora es mandatario mexicano gracias a ese partido, se va por el caño. Y es difícil que piensen distinto, cuando están viendo el drama que vive Sonora en la designación de sus candidatos a los diversos puestos de elección popular.
Y para muestra un botón. Jorge
Luis Taddei Bringas, el llamado “super delegado” del Gobierno Federal en
Sonora, no desaprovechó la oportunidad para regalarle una diputación plurinominal
a su hija Ivana Celeste Taddei Arriola, en una soberbia muestra del mismo
nepotismo que este señor acusa por todas partes mientras él lo practica
tranquilamente.
Pero hay más botones. El caso
específico de Guaymas es una muestra descarada de que Morena ya “se voló” con
el poder que hoy ostenta como partido político, y practican exactamente lo
mismo que Andrés Manuel, el Presidente, criticó durante casi dos décadas: el
influyentismo… claro, entre muchas otras cosas más.
Cheque el detalle: Hasta el
día 8 hay de plazo para que los partidos registren candidatos para alcaldías y
diputaciones locales. Morena dice que hizo una encuesta (¿a usted lo o la
encuestaron) para definir, de entre el montón de quienes aspiraban a la
candidatura por la alcaldía. El que tuviera más presencia sería favorecido con
la postulación. Hasta la fecha, nadie sabe dónde y cuándo se hizo la encuesta
de marras.
Fuentes no oficiales señalaron
que Sara Valle Dessens, hoy alcaldesa de Guaymas en busca de su reelección,
habría superado notoriamente a los demás. Y ya cerrada la fantasmal encuesta,
cerrada también la convocatoria interna de Morena, el partido deja crecer el
rumor de que una doctora de nombre Karla Córdova González será la candidata,
tema aún no oficializado.
A la exigencia de la
militancia de morenista de postular a alguien identificado con la izquierda, se
evidencia que Alfonso Durazo Montaño, abrumado por la insistencia de Dolores
del Río, apoya el nombramiento de una dama que ni idea tiene de lo que es la
izquierda, y que anduvo buscando acomodo en el partido que fuera con tal de ser
candidato. ¿Por qué, pues, la desesperación por aparecer en las boletas
electorales con el color que fuera?
Si los dirigentes de Morena
Sonora, finalmente aceptan la imposición, muchos supondrán que empezaría a
escribirse el final de la historia de un partido cuyo poder amenaza con ser
efímero.
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