Recibí la nota en la que el Ayuntamiento anuncia el apoyo que se está dando a la dirección local de la CEA para el intento de reparación de un problema que, por años, hemos estado señalando en este mismo espacio: la terrible fuga de aguas de drenaje frente a la escuela “Plutarco Elías Calles” en el bulevar Pedro G. Moreno.
La última vez que pasé por la
calle 7 de San Vicente, me volví a preguntar cómo pueden los vecinos de todo
ese populoso sector soportar el espantoso hedor que invade el interior de todas
sus casas.
Por esos días, millones de
litros de agua putrefacta corrían desde el citado bulevar hasta las
inmediaciones del sector conocido como Infra, donde caían al canal que lleva
hasta el fraccionamiento San Bernardo, frente al Rastro Playa. Calculo, mínimo,
un kilómetro.
No hace mucho publiqué
fotografías de eso. En una de ellas aparecían trabajadores de la CEA, con sus
botas de hule, parados precisamente por donde corría la porquería. Su
apariencia era de terrible impotencia ante lo grave del asunto. Dicho con
respeto, sentí un poco de pena por ellos.
Si las cosas se están haciendo
técnicamente bien, supongo que sería un enorme paliativo a lo que ese deterioro
representa no solo por cuestión de limpieza, sino también de salud. Y de paso
nos lleva a pensar que ya se está intentando, al menos, ofrecer soluciones
emergentes en lo que empiezan a llegar los mentados diez millones de pesos
contemplados tras la declaración de emergencia sanitaria. Están tardando mucho.
En el sitio que hoy nos ocupa,
las acciones son parte del desazolve del colector, el cual está ya muy saturado
no solamente de caca, sino de todo tipo de material, sobre todo tierra.
Es bueno lo que están
haciendo. Se necesita, sin embargo, hacer otro tipo de inversión en bombas para
poder desfogar las tuberías, que –supongo-- será parte de la inversión
anunciada por el Gobierno del Estado que, según dicen, será de muchos muchos
muchos millones de pesos.
Ojalá.
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