Ante una inconcebible indiferencia oficial y como botín de políticos, los habitantes de los multifamiliares arriesgan diariamente sus vidas
Víctor O. Fonseca Jacques
La situación no debiera mantenerse con la indiferencia oficial mostrada como hasta ahora, y menos aún, ser considerada como un excelente motivo de promoción política, pero sin embargo así es… los habitantes de los multifamiliares que hay en Guaymas están en constante peligro de muerte.
No hay exageración ni sensacionalismo en la advertencia. Simplemente, la estructura de los edificios que aún albergan a decenas de familias, están tan debilitada que en cualquier momento, en cualquier día del año, podría estarse registrando una de las peores catástrofes en Guaymas.
El primer temblor importante registrado en Guaymas fue lo que hizo voltear los ojos a los edificios. Pero contrario a lo que podría pensarse, se vio como un estupendo pretexto para la promoción de gente que aspira a ser candidatos en los próximos comicios electorales. La “profunda preocupación” que los invadió después del sismo, se acabó ante la brutal indiferencia de las autoridades, para dar paso a otras estrategias previas a una pretendida campaña política.
Y a los vecinos de los llamados “multis”… que Dios los bendiga.
Un riesgo de muerte…
Los vecinos que aún quedan en los multifamiliares saben a lo que exponen diariamente. Ellos entienden que su seguridad está completamente en manos del Supremo Creador, pero no tienen ninguna otra alternativa para dormir bajo un techo. Salirse de ahí implicaría adquirir un terreno para construir o una casa. Y la situación económica convierte en algo prohibitivo buscar una opción de vida.
“Quizá es lo que las autoridades quieren, que nosotros solitos nos vayamos de aquí ante el miedo de que esto se caiga, y así evitarse el tener que darnos apoyo para cambiarnos a otro lugar”, manifestó un vecino quien declinó a dar su nombre.
“¿Pa´qué quiere mi nombre? Lo que queremos es que tomen en cuenta que cualquier rato nos morimos todos, y entonces van a estar contentos”, respondió.
Dijo que “aquí anduvieron unos ingenieros revisando y tomando fotos… ya después nos dimos cuenta que uno de ellos quiere ser el presidente. Y como nadie le hizo caso, pues que nos cargue la…” Después guardó silencio, si un nudo le obstruyera su garganta, y resignado a esperar lo peor. Él vive ahí con su familia, y sabe lo que esto significa.
Un asunto de tipo político…
Oscar González García, inmerso como está hoy en alcanzar la nominación del a la alcaldía de Guaymas, exhibió lo que es, a todas luces, un peligro mayúsculo en torno a los “multis”. Presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles y Arquitectos de Guaymas, se convirtió en “voz oficial” para llevar a las autoridades el estudio que indica claramente “la bomba de tiempo” en que están convertidos los edificios.
La respuesta de las autoridades, municipales y estata, fue increíble: una total indiferencia a la advertencia. En política es fácil entenderlo: no se pueden permitir abrirle el camino a un aspirante a descomponer sus proyectos futuros.
La seguridad de los residentes de los “multis” ya puede irse al cesto de la basura. Quizá cuando ocurra la tragedia haya alguna reacción, que obviamente no lastime la imagen de ninguno de ellos.
“Es angustioso que estemos sujetos a los políticos. O sea que si nos carga la ch… ellos como si nada. Nomás eso falta, que cuando esto nos aplaste a todos vengan muy orondos a tomarse fotos para salir en los periódicos. Que poca…!”, dijo el vecino entrevistado.
Mientras tanto, las familias de los multifamiliares, tanto de la calle 10 como de la avenida 6, están todos los días “con el Jesús en la boca”. Ellos saben perfectamente bien que si Guaymas ya registró dos temblores con intensidad superior a los 5 grados, en cualquier momento vendrá otro que podría marcar la diferencia entre la inseguridad y la tragedia colectiva.
Se ha dicho que la única opción viable en estos momentos es el desalojo de las edificaciones y la reubicación de sus habitantes a lugares seguros, garantizando por parte de las autoridades el patrimonio familiar.
Sin embargo, hasta ahora no ha habido un acerca satisfactorio con las autoridades, lo que hace crecer la incertidumbre de esta gente.
Las noticias difundidas en torno al riesgo de los “multis” les ha traído intranquilidad, desazón, desconcierto. No saben qué van a hacer, pero lo cierto es que tienen miedo, miedo de un futuro que se muestra totalmente incierto, en todos los aspectos. Y lo peor de todo es que nadie reacciona ante el inminente peligro.
“Esperemos que no nos olvide Dios, porque entonces sí quien sabe que vaya a pasar”, concluyó el vecino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario