Diputado ridículo... César y sus deudas...

Que divertido resulta en ocasiones leer los discursos de los políticos, y más todavía de aquellos zánganos de la política quienes de todo quieren “cortar leña”, como el caso de César Augusto Marcor Ramírez, presidente del Partido Verde Ecologista en Sonora, quien ofrece grotesco espectáculo evidenciado a través de un boletín informativo.
La nota textualmente dice que “un total de 2 mil 500 niños fueron los que participaron en las 16 posadas que llevó a cabo el diputado César Augusto Marcor Ramírez, en diferentes puntos de Hermosillo” y se maneja como un éxito rotundo del también diputado local por obsequio… perdón, plurinominal en el Congreso Sonorense.
Ah qué políticos tan desvergonzados. Yo le aseguro, amigo lector, que si usted tiene la ocurrencia de pararse en una esquina a repartir a diestra y siniestra regalos para los niños que van pasando por el rumbo, en unos cuantos minutos estará rodeado de pequeños que lo verán como un auténtico Santo Clos, pidiéndole también ser favorecido. Y usted no ocupará la ayuda de ningún partidillo político.
Por eso me da risa que Marcor Ramírez trate de impresionar tontos diciendo que acudieron 2,500 niños a las 16 posadas de marras que organizó su partido. Es más, para serle franco, se me hacen muy pocos. Pero bueno, es el reflejo de la convocatoria que tiene cada persona y cada partido. Y allá él si quiere manejar esto como un éxito arrasador.
Marcor Ramírez es el prototipo del político que no debiera existir en México, beneficiado con una diputación local por obra y gracia de un sistema electoral que arropa a gente que no sabe lo que es el trabajo, pero que por el simple hecho de simular que es “verde” de corazón, estará dependiendo del erario el tiempo que el gobierno lo siga permitiendo.
“El Cuate Sandía” (conocido así por ser verde por fuera pero rojo (PRI) por dentro), habría quedado mejor con su boca cerrada, pero hay que reconocer que es astuto, y que está preparando ya un nuevo período ganando “deoquis” un excelente sueldo en el “servicio” público.
Feliz Año para él.
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A UNOS días (según dicen) de que el alcalde César Lizárraga Hernández renuncie como tal para buscar la postulación panista a la diputación local, la lista de acreedores se muestra impresionante en el Ayuntamiento, por lo que el Munícipe dejaría cuentas por pagar demasiado elevadas.
Cientos de acreedores que vieron pasar el mes de Diciembre sin merecer siquiera un abono por parte del Municipio encabezado por Lizárraga Hernández, muestran ya marcada inconformidad por la política del “no pago” establecida por esta administración, posición que ha provocado un desmesurado adeudo que no le ayudaría en mucho a César en caso de pretender ganar votos.
Un buen administrador es aquel que deja saneadas las finanzas, y las deudas, más cuando son exorbitantes, son el reflejo de una mala administración.
En fin. Una más no tiene importancia.