Elecciones en el PAN...

Los panistas llegan hoy a una de las etapas más importantes de la competencia electoral a nivel municipios. Este día eligen, con el voto directo de su militancia activa y adherente, a quienes serán los candidatos a alcaldes y diputados locales. El PAN sigue queriendo demostrar que es un partido democrático, y hoy tienen la oportunidad de demostrarlo. O son… o no son.
En el caso de la elección para candidato a alcalde, llegan a la disputa Manuel Aguilar Juárez, Oscar González García y una señora de nombre Perla Marina de quien nunca supimos qué tipo de campaña desarrolló entre la militancia. Sus colaboradores no dieron a conocer un solo dato de su trabajo proselitista al interior del partido. De hecho algunos panistas desconocen su identidad.
Se dice que podrían participar alrededor de 1,800 panistas en la elección de sus candidatos. Obviamente serán postulados aquellos que reciban el apoyo mayoritario de los militantes. Y a estas alturas, los panistas tienen ante sí una oportunidad que seguramente estarán valorando al momento de acudir a depositar sus votos: de su actuar se definen las posibilidades de Acción Nacional de seguir conservando el poder municipal y de llevar al primer candidato panista al Congreso del Estado.
Es decir, los panistas no pueden cometer el error de entrar a una competencia en plan bélico, al estilo perredista. Lejos de incurrir en enfrentamientos que sólo provoquen la división interna del partido, deben razonar en las posibilidades que existen de mantenerse como la primera fuerza política en este municipio. Un enfrentamiento interno llevaría a una campaña desastrosa, en la que el resto de la comunidad se encargaría de castigar a través de la ausencia de sufragios en las urnas.
Los resultados deben ser contundentes, precisos, que no dejen lugar a discusión y mucho menos a rencores. Quien gane debe quedar con el porcentaje suficiente que obligue a pensar que hubo común acuerdo entre la militancia azul. Si los resultados son parejos, quedará claro que los panistas ya tienen fisuras muy marcadas también, y las consecuencias serían entonces de pronóstico reservado.
El panista debe entender que esto no es un juego. Al margen de pensamientos negativos, se presupone que deben considerar que la ideología de Acción Nacional sea la que impregne más en el ánimo de la comunidad. Finalmente se supone que buscan el establecimiento de una doctrina provechosa para los ciudadanos, y que ahí no caben los intereses de grupo y mucho menos personales… ¿será?
La jornada está considerada para realizarse entre 10 de la mañana y seis de la tarde. Es tiempo suficiente para que acuden a la urna y depositen su voto por el candidato que consideren será el mejor tener mejores posibilidades de triunfo, pero más que eso, que garantice un mejor futuro para la comunidad en su conjunto. Los panistas dicen que buscan el bienestar colectivo, y con pleitos internos no podrán corroborar que eso es cierto.
Vamos a ver qué tal se comportan este día.
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Antonio Astiazarán Gutiérrez se desarrolla como pez en el agua dentro de su campaña de proselitismo. Su experiencia en este tipo de actividades es evidente, y en una actitud muy relajada continúa recorriendo calles y colonias promoviendo el proyecto conocido como Energía Sonora, a través del cual la gente podría tener un ahorro hasta de un 20 por ciento en el consumo de “luz”, pero más que nada, ofreciendo la mejor alternativa para llegar a la diputación federal del 04 Distrito por el PRI.
Los resultados obtenidos por Toño saltan a la vista. La gente lo está recibiendo de mejor manera de lo que se suponía, y eso es demasiado evidente como para negarse. Va por camino seguro, con la confianza reflejada en su rostro, logrando parte de sus propósitos fundamentales: reivindicarse ante la opinión pública después de haber comprobado que las acusaciones en su contra carecían de fundamentos suficientes.
Toño va bien y seguramente mejorará en el transcurso de su campaña. El regreso al Palacio Legislativo de San Lázaro parece ser un asunto meramente protocolario, después de observarse la respuesta que está recibiendo de la gente.