martes, 30 de octubre de 2012

Las odiosas diferencias...

No es cuestión de malinchismos ni nada por el estilo. Simple y llanamente tenemos que aceptar que, como sociedad, seguimos con un retraso muy marcado en comparación con otros países, y para no ir tan lejos, con los Estados Unidos.

Los viajes a la Unión Americana provocan dos efectos: ilustran y dan envidia. Ilustran, porque aparte de que vas y conoces otras culturas, te das cuenta de que en realidad no es ciencia ficción considerar la posibilidad de aplicar la Ley, las normas y reglamentos que rigen en ciudades, municipios y estados. Y da envidia porque nosotros, teniendo principios legales que podrían llevarnos a ser mejores como sociedad, vivimos aferrados a ignorarlos.
Hacer comparaciones es odioso. Pero… ¿cómo no hacerlas cuando apenas cruzando la frontera te encuentras con una realidad que te golpea en la frente? Es increíble cómo a unos metros de la línea divisoria con los Estados Unidos, ya te encuentras con personas que con mirada inquisidora, empiezan a pedirte dinero como si tuvieras la absoluta obligación de entregárselos.
En EUA es darte un ticket (aplicar una multa) por conducir sin el cinturón de seguridad. Inclusive los pasajeros (copiloto y de los asientos posteriores) son sancionados si no llevan colocado su cinturón. Aquí, a unos días de haberse aplicado (no me explico esto, puesto que ya hace tiempo que está ordenado en el reglamento municipal) la obligación de colocarse el cinturón, de diez personas que manejamos solo una lo lleva puesto, y porque ya tiene la costumbre de hacerlo. Los demás, nos pitorreamos de Tránsito Municipal.
Allá la gente debe cruzar por las áreas indicadas, y si una persona lo hace indebidamente, un policía le levanta la correspondiente boleta. Aquí, se colocó un indicador en la avenida Serdán, entre calles 19 y 20, prohibiendo el cruce peatonal. Eso bastó para que ahora sea más la gente que se atraviesa y que inclusive casi se llevando de paso el indicador de marras. Los agentes de Tránsito se declararon derrotados y optaron por ya no decirle nada a los maleducados transeúntes, quienes no pocas veces les mentaron la madre por llamarles la atención.
Al otro lado de nuestra frontera, la dirección escolar se comunica de inmediato a la casa del alumno que no asistió a clases, preguntan cuáles son las razones de su inasistencia, y si es por desatención de los padres, éstos van a la corte acusados por el maestro(a) por la irresponsabilidad mostrada. Aquí, pobre del maestro que se atreva a hacer alguna advertencia a un padre sobre el comportamiento de su hijo. Si bien le va, de una maltratada no se salva. Hay otros que los exhiben en las estaciones de radio y hasta los golpean. La educación de los hijos pasa entonces a estar en manos de nadie.
Un agente policiaco, en Estados Unidos, gana un mínimo de hasta 3 mil dólares al mes (unos 35 mil pesos mexicanos), con preparación precisa y suficiente para discernir entre un ciudadano pacífico y un delincuente. Los niveles de corrupción son mínimos. En México, un policía gana hasta menos de 3 mil pesos mensuales, y su única preparación es el a veces muy limitado criterio que lo lleva a agarrar a punta de garrotazos a alguien que se le “afiguró” que podría ser delincuente. La corrupción policiaca aquí llega a niveles extremadamente impresionantes, además de descarados. El dinero que ganan los obliga a “bajar” a quien se le ponga enfrente, y aunque no es una justificación, puede hasta llegar a ser razonable. Ni modo, así es.
Le repito: hacer comparaciones es absolutamente odioso. Pero es que da tristeza, impotencia y coraje, darnos cuenta de que, teniendo en nuestras normas públicas todo para comportarnos quizá hasta mejor que los estadounidenses, sigamos siendo un pueblo ignorante, inculto e irracional, que en ocasiones (en ocasiones, dije) vemos la correcta aplicación de la Ley como una agresión impositiva y abusiva, y corremos a las mal llamadas “comisión de derechos humanos” para exigir, paradójicamente, un justo castigo en contra del policía que osó hacer abuso de autoridad, aún cuando aquel haya hecho lo correcto.
Ahorita una mentada de madre a un elementos policiaco es cosa común. Y aunque muchos de ellos en ocasiones se lo merecen (total, son parte del pueblo inculto también), si tú o yo le faltamos al respeto a un policía “gringo”, te sale barato si sólo te llevan detenido y te presentan ante la corte aplicándote una sanción. Allá los policías no se andan con contemplaciones cuando se trata de imponerse ante quien altera el orden.
En fin, no quiero pecar de malinchista (cuántos lo estarán pensando así ya), pero repito que me da congoja darme cuenta de que no podemos avanzar porque seguimos aferrado a un sistema de vida que, lejos de permitirnos avanzar, cada día nos lleva más en retroceso.
De todas formas, que tenga buen día.

3 comentarios:

  1. hace ya algun tiempo que cuando menos aqui en guaymas la ley de transito ha dejado se ser ley y ha pasado a ser solo SUGERENCIAS, y si le agregamos la falta de educacion vial que tenemos, pues eso trae como consecuencia el caos vial en que vivimos,nadie respeta los indicadores viales, no se concede el libre paso a vehiculos de emergencia llamese cruz roja, bomberos, seguridad publica,etc.,vemos cada dia mas automoviles sin placas sin que ninguna autoridad haga algo en ese sentido,se otorgan licencias de manejo con el unico requisito del pago de derechos en la agencia fiscal,en fin son innumerables los ejemplos, de hecho el ayuntamiento esta dejando de percibir ingresos por la falta de aplicacion de esta ley de transito (ahora que ocupa mas recursos) y no hace falta ir tan lejos para ver la diferencia en hermosillo no te perdonan ninguna de estas faltas y ni hablar si conduces con aliento alcoholico es un problemos en el que se meten los conductores, pero aqui exiten culpas compartidas no nadamas de la autoridad, tambien la ciudadania tenemos culpa.

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  2. VICTOR NO NECESITAS IR A E.U. PARA VER LA DIFERENCIA Y SENTIRTE MALINCHISTA, BASTA CON QUE VAYAS A HERMOSILLO EN SERIO QUE SE NOTA UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE ESE MUNICIPIO Y NUESTRO RANCHO, YO NO VEO ALLA GENTE ATRAVEZANDOSE POR MEDIA CUADRA NI VEO GENTE CAMINANDO POR LA CALLE, LO HACEN POR LA BANQUETA, EN SERIO QUE POR MAS ODIOSAS QUE SEAN LAS COMPARACIONES, SON MUY NECESARIAS Y TIENES RAZON EN TODO LO QUE DICES DE E.U. Y ES MUY CLARO QUE UNA DE LAS RAZONES POR LAS CUALES LOS GRINGOS CUMPLEN CON SUS LEYES ES PORQUE DE NO HACERLO LES AFECTARIA EN SU BOLSILLO PERO NO UNICAMENTE CUANDO EL GOBIERNO NECESITE DINERO, SI NO EN TODO MOMENTO Y ESO VICTOR, SI QUEREMOS AVANZAR, AUNQUE SEA ALA FUERZA, SE TENDRA QUE AFECTAR LOS BOLSILLOS DE LOS INCUMPLIDOS. LO DE GRINGOS NO ES CON EL AFAN DE OFENDER SIMPLE Y LLANAMENTE ASI LOS LLAMAMOS. BIEN POR TU ARTICULO

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  3. excelente aportacion victor y no es malinchismo, a veces las comparaciones son buenas pues nos permiten ver que tan bien o que tan mal estamos, desgraciadamente en este pueblo no queremos ser ciudad, queremos seguir siendo un "rancho" donde cada quien hace lo que quiere y cuando quiere, estamos "jodidos" como pueblo pero no es culpa de la policia, es culpa de nosotros por irresponsables y mediocres, en fin, lo mas facil es hablar a la radio con los seudo-periodistas que hay en este rancho, donde lo unico que hacen es darle por el lado a los ciudadanos y mantenerlos atolondrados y en contra de las autoridades... ojala un dia se nos quite lo mediocres y agachados

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