Contraportada

Si algo tiene muy claro el alcalde de Empalme Héctor Moisés Laguna Torres es que hizo un compromiso cuando sus tiempos de candidato en torno al tema de la seguridad, y en base a ello ha puesto especial énfasis en el asunto, sobre todo en momentos en que algunos sectores de la población muestran delicados síntomas de delincuencia, derivado del excesivo consumo de drogas, sobre todo en la población juvenil y hasta infantil.

La delincuencia no es un problema que no se crea a voluntad de la autoridad. Entrar a ese debate es enjuiciar de nuevo a los padres de familia que desatienden a sus hijos, a la desintegración de las mismas familias y hasta la responsabilidad oficial cuya indiferencia ha resultado fatal en los propósitos por combatirla. Sin embargo, el alcalde rielero no elude la responsabilidad que le toca compartir en torno a este tema.

De ahí partió la iniciativa de solicitar el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y del mismo Ejército Mexicano, que a través de un operativo -- impresionante según testigos-- recorrió varias colonias de la ciudad, sobre todo aquellas donde con frecuencia se reportan presuntas balaceras que causan la natural inquietud de la otrora tranquila población, cuyo sustento económico está hoy basado de manera importante en la industria maquilera.

El reporte decía que no hubo detenidos, pero al menos la autoridad dejó constancia, con esto, de que no estará de brazos cruzados ante el constante embate de quienes se aferran a intranquilizar al pueblo empalmense. En Empalme se han suscitado ataques de los conocidos como “ajustes de cuentas” o asesinatos de policías a plena luz del día, lo cual ha despertado una muy lógica zozobra en gente que nunca antes presenció hechos violentos de esa magnitud. Aún cuando la estadística no llega a los niveles de alarma como en otros puntos del territorio nacional, el asunto no deja de preocupar.

Con una sensibilidad muy natural en Héctor, ha recurrido a las instancias correspondientes para al menos tratar de inhibir un asunto que lacera a la sociedad nacional. Si bien se tiene la plena conciencia de que prevenir el consumo de drogas es un asunto de atención general, lo que busca el Munícipe es garantizarle a la comunidad, al menos, que la delincuencia no se sienta en libertad absoluta para hacer de las suyas, y en ese sentido, seguirá recurriendo a donde sea necesario para hacer que Empalme vuelva a ser el pueblo donde se podía caminar tranquilamente a cualquiera hora del día y también de la noche.

Hasta hoy, el alcalde ha cumplido eficazmente con su compromiso de atender a los empalmenses. A apenas seis meses de haber arrancado con su período al frente del Municipio, Héctor ha establecido contacto directo con la gente de los diversos sectores, y fiel a su promesa de campaña, trabaja incansablemente en busca de los recursos que habrán de ir cambiando radicalmente la imagen de Empalme.

Cuando Héctor dijo que buscaría emprender una carrera que le diera trayectoria política, sabía bien de lo que estaba hablando.

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Otro que asegura que busca hacer carrera política es el actual diputado local de Empalme, Carlos Enrique Gómez Cota, a quien le pregunté al respecto el día que inauguraron las oficinas de enlace en Guaymas de Ernesto Gándara Camou, quien actualmente cobra quincenas (y muy bien) como senador por Sonora. Es la primera vez que cruzo palabra con este legislador, de quien dicho sea de paso, hasta ahora, es el único motivo que tengo para escribir de él.

Le pregunté que si qué decía a las versiones en el sentido de que buscaría una eventual candidatura a la alcaldía empalmense por el PRI en 2015, y sin más reparos me dijo que sí. Es decir, a pesar de que como diputado en seis meses es muy poco lo que ha dado para hablar o escribir de él (salvo la vez que la policía de Hermosillo le vio cara de sicario y lo bajaron esposado de su carro al igual que a varios amigos suyos), Gómez Cota considera que tiene el perfil como para buscar la recuperación de la Presidencia de Empalme para el partido tricolor, el mismo que dejó un auténtico desbarajuste en la más reciente oportunidad que tuvieron de demostrar que podían hacer bien las cosas, con Samuel Rodríguez Sánchez al frente.

No creo que llegue muy lejos en sus aspiraciones, por muy legítimas que éstas sean. Pero de todas formas, estaremos al pendiente de la forma en que responda a los empalmenses. Si logra hacer un trabajo al menos parecido al que hizo su antecesor, Héctor Moisés Laguna Torres, entonces sí podríamos pensar que también podría sustituirlo en el sillón presidencial.

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Casi al inicio de la presente administración pública estatal, hasta mis oficinas llegó Luis Alberto Gastélum Pardo, Director de la Unidad de Control Sanitario, para pedir su derecho a réplica en torno a unos cuestionamientos que se hicieron en Contraportada por presuntas acciones de extorsión que había practicado en contra de una empresa fumigadora y otros negocios, particularmente los relaciones con el ramo alimenticio. Obviamente negó todas las acusaciones que se hacían en su contra.

Lo cierto es que desde entonces, este muchacho ha sido señalado una y otra vez como extorsionador y chantajista, que aprovechándose del cargo que tiene va y exige cantidades diversas a taqueros, restauranteros y hasta empresas fumigadoras que le harían competencia a una empresa propia del mismo rubro.

Algunas taquerías cerraron ya sus puertas, y hay quienes aseguran que fue a consecuencia de las constantes exigencias cargadas de una ambición sin límite de este funcionario, quien lo menos que podría hacer en estos momentos es comparecer ante la opinión pública en cualquier medio de comunicación, particularmente en un programa de radio, y ante el escrutinio público desmentir a quienes dicen que es un corrupto.

Recientemente embistió a una conocida comunicadora local, a quien acusó de haberlo querido chantajear, y que al negarse, ésta le había publicado las trapacerías que viene cometiendo. Lo cierto es que los señalamientos en su contra no son ninguna novedad. Empezaron casi desde el momento mismo en que tomó posesión en el cargo que ocupa, y ya es mucha la gente que insiste en que este joven está desbocado en sus propósitos por hacerse de dinero ilícito.

Pero bueno, si en realidad son falsas las acusaciones en su contra, como él mismo lo asegura, tan sencillo como hacer lo sugerido: pedir a cualquiera de los comentaristas de radio que tenemos por aquí a que le abra un espacio, con teléfono al aire, y que ahí desmienta a sus detractores. Creo que ahí tendríamos un excelente parámetro para ver si es cierto o está alejado de la verdad lo que tanto se dice de él.

¿Se animará?

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Desde aquí me permito insistirle al encargado de Servicios Públicos Municipales o a quien se responsabilice de esto: Los niños y jovencitos que forman parte de la integración de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, salen de sus clases de música a las siete y media de la tarde, Muchos de ellos tiene que caminar por la avenida Serdán y otros a la “parada” de camiones que está en la calle 31. Todo esto en medio de una atroz penumbra y con muchos automovilistas que en ese tramo precisamente gustan de imprimir velocidad a sus vehículos, entre éstos choferes del servicio urbano de transporte.

No hay ningún agente de Tránsito Municipal a esa hora que proteja a los muchachos o que controle el tránsito de vehículos. Los niños salen a su suerte, y los padres cruzamos los dedos por que no vaya a ocurrir un accidente en cualquier momento.

¿Qué tan difícil es reparar las lámparas del alumbrado público? Ojalá no les gane algún percance, porque entonces sí, estarán muy apurados tratando de darle solución al problema.