Un repaso a mi historia...

 ¿A poco son 31 años?

Bastó leer un comentario de mi viejo amigo Manuel Gutiérrez Fierro para recorrer en un par de segundos el camino recorrido, y que inició hace precisamente 31 años, en el mes de junio para ser exactos, cuando llegué al periódico La Voz del Puerto tras leer un anuncio que solicitaba jóvenes que tuvieran inclinaciones periodísticas.

Y es que tras de que platiqué con José Luis Bórquez Rivas, ya desde entonces director del periódico, este me envió con Manuelito, quien entonces recibió a 32 jóvenes como yo, y a todos nos hizo la misma prueba: nos envió a hacer una entrevista para después traerla redactada. De eso dependía que se nos diera la oportunidad de seguir o  no. Corría el año de 1982.

Con Irene "Kuky" Barrera en La Voz del Puerto.

A mí me envió a las oficinas de Migración, que se ubicaban entonces en el hoy derruido edificio que se ubica en la Avenida Serdán, entre calles 26 y 27. Tuve la fortuna de encontrarme con un señor, cuyo nombre no puedo recordar, que me atendió de maravilla. Era el responsable de esa dependencia. Le expliqué lo que estaba intentando, y tuvo la paciencia para literalmente dictarme la nota, dándome información completa de lo más reciente.

En mi casa hice la redacción de la nota y al día siguiente me presenté de nuevo ante Manuelito. Cuando leyó el artículo, me preguntó “¿tú lo hiciste?”. Le respondí afirmativamente. Hizo un gesto, y me pidió que pasara con Agustín Rodríguez López, quien fungía entonces como Subdirector del diario. Le dijo que yo me quedaría en un período de prueba de 15 días. Conmigo se quedó solo una persona más de nombre Fernando, quien declinó a los pocos días. De los 32, sólo yo quedé… ¡el peor!

Con Víctor Blanco López y José Luis Bórquez Rivas.

A partir de ahí inicié lo que intento llamar una carrera periodística. Ellos tres fueron quienes me impulsaron a lo que hoy sigo haciendo, lo que me obliga a tenerles un agradecimiento permanente. En ese tiempo eran alcaldes de Guaymas y Empalme Enrique Claussen Bustillo y Marcial Bazúa Vizcarra respectivamente. Estaban en los estertores de sus administraciones.

Me tocó entonces observar, en mi incipiente actividad, el desarrollo de sendas e intensas campañas políticas de Marco Antonio Llano Zaragoza y Ronaldo “Ronnie” Camacho Durán, quienes ganaron el proceso en turno. Se me asignó entonces la fuente de la Presidencia Municipal de Empalme, por lo que diariamente tenía que viajar a ese municipio a buscar la información. Conocí al Secretario del Ayuntamiento Octavio Ortiz Martínez y terminé siendo compadre de él. Un excelente amigo, sin duda.

Ya después, con un poco más de experiencia -- creo yo -- en el medio periodístico, trabajé en las campañas de Marco Antonio Córdova Campa y Heriberto Lizárraga Zataráin, respectivamente. Seguía yo en Empalme, y guardo todavía como algo muy especial la oportunidad que me dio “El Newberry” de haber sido su director de Comunicación Social, una dependencia que no tenía oficina y tenía que desarrollar desde mi escritorio. Confió en mí gracias a la recomendación de José Luis, de quien guardo un profundo agradecimiento por todo el apoyo que me dio.

Con Manlio Fabio Beltrones y Miguel Gaspar. A mi lado,
mi inolvidable amigo José Antonio Ramírez.

Tres años después, se dejó venir una de las etapas más agitadas de la historia social de Guaymas. Los pescadores empezaban a marcar diferencias muy fuertes en medio de la bonanza económica que su labor permitía, y con la intromisión de personajes muy identificados como agitadores, el Gobierno Federal arremetió fuerte con el cooperativismo hasta aniquilarlo. La figura central en ese tiempo fue Florentino López Tapia, quien llegó a la alcaldía en 1991, mientras que en Empalme José María Medina Cruz apagaba el entusiasmo de otros cuatro precandidatos, gracias a la “bendición” que traía de México.

En improvisada cabina de la XEBQ mientras se instalaba el
nuevo equipo.

Fue precisamente en ese periodo cuando decidí separarme de La Voz del Puerto, a invitación que me hiciera don Alejandro Padilla Reyes (qepd) para integrarme como su director de noticias en la XEBQ, identificada entonces como “Estelar 12-40”. Tendría unos tres o cuatro meses redactando las notas que leía por las mañanas el locutor Humberto Sánchez Audeves, cuando me dieron la oportunidad de hacer un programa musical nocturno. Lo llamé “A tu recuerdo”.

Unas semanas después, empecé a leer notas y hacer comentarios en el programa matutino de Sánchez Audeves, el cual bautizamos como “Despertar informativo”. Fue por esos meses cuando salió la oportunidad de regularizar a cientos y cientos de locutores que en todo el país trabajaban sin licencia expedida por la SEC. Alejandro Padilla Ruiz me ayudó entonces para viajar a Chihuahua a presentar mi examen, y conmigo se fueron Ricardo González Palacios, Alejandro y Alán Peraza Liera, y allá nos encontramos a Moisés Márquez Villegas, quien hoy sigue escribiendo por allá en Mexicali. Todos pasamos el examen… y con buen porcentaje.

Ya como titular del programa “Despertar Informativo”, apoyado en mi licencia como locutor (la No. 11538 expedida por la SEC), me tocaron los convulsivos momentos en que la revuelta pesquera subía de tono, las cooperativas entraban en una crisis mortal, y José Ramón Uribe Maytorena, candidato del PAN, se enfrentaba a Manlio Fabio Beltrones, entonces aspirante al Gobierno de Sonora. Finalmente ganó el proceso pero no fue alcalde. Su lugar fue ocupado por el ingeniero Felipe Rivadeneyra y  Sauri como presidente del Concejo Municipal, esto después de hechos históricos, como aquella nutrida huelga de hambre que impresionó al mundo. Miguel Gaspar Bojórquez asumía la alcaldía de Empalme tras una exitosa campaña de proselitismo.

Transmitiendo en vivo desde la unidad móvil.

En el inicio de una etapa en la que Guaymas ha permitido la alternancia partidista en el poder, Edmundo Chávez Méndez encabezó su campaña de proselitismo en Guaymas, mientras en Empalme Vladimiro Samaniego hacía lo propio. Ambos priístas fueron reprobados en sus respectivas administraciones, y la prueba de ello se dio en el proceso electoral, ganado por los perredistas Sara Valle Dessens y Jesús Ávila Godoy, respectivamente. Se maliciaba la intromisión del Gobierno del Estado para que se dieran tales resultados, y el PRD se levantó airoso en otros muchos municipios sonorenses.

Fue por esos tiempos cuando, junto con Gonzalo Rodríguez Cacho, tuvimos la oportunidad de sacar a la luz otro medio periodístico. “Foro Guaymense” nació como un semanario que tuvo una relativa duración, pero que logró en su momento establecerse como otra opción para el exigente lector regional. Tuve el privilegio de ser director del mismo.

“La Ola Fox” causó en 2000 fuertes estragos a todo lo largo y ancho del país, y nuevamente el PAN regresó al poder con Bernardino Cruz Rivas, mientras que en Empalme el PRD se afianzaba con Reynaldo Rodríguez Ortiz. El PRI en Guaymas se recuperó en dos administraciones continuas con Carlos Ernesto Zataráin González y Antonio Astiazarán Gutiérrez, mientras que en Empalme el PRD terminaba su ciclo con Juan Manuel Sauceda Morales para entregarle el poder al PRI con Samuel Rodríguez Sánchez. El resto de la historia ya la conocemos todos.

En reunión con mis entonces compañeros de "El Vigía".

Sólo quiero recordar una de las etapas más importantes de mi vida. Cuando estaba aún con el Grupo Padilla Hermanos, en 1999, Alejandro Alberto me comentó que quería poner un periódico y me solicitaba su apoyo. No lo pensé mucho. Desde un par de años atrás, yo había hecho un proyecto. Pensaba un día en abrir un periódico, e hice todo el diseño. Con la misma lo tomé y se lo entregué a Alejandro. Sólo le dije “no batalles… aquí está listo”. A la fecha, quiero decir que cada vez que veo pasar veloz un carro con el logotipo de “El Vigía”, siento una satisfacción muy personal. .. Yo lo hice.

Nunca he dejado de ser inquieto respecto a nuevos proyectos. Fue mi deseo de independizarme lo que un día me llevó a darle las gracias a Alejandro, quien me dio un trato excepcional al momento de concluir nuestra relación laboral. De esa forma fue que creé el periódico Contraportada, con el cual llevo ya casi 9 años. Siempre combinándolo con otras cosas, trabajé dos años en la XEDR de Heriberto Lizárraga Zataráin, pero hasta hoy me mantengo firme con mi medio. Inclusive hemos intentado manejar la radio vía internet. Radiofons fue otra creación mía.

¿Qué va a pasar mañana? No lo sé. Lo que sí es que después de voltear hacia atrás, puedo decir que estoy satisfecho de lo que he hecho. El periodismo nunca será una labor que permita vivir en la bonanza económica cuando se desempeña honestamente, pero sigo en la lucha y creo que cuando Dios se acuerde de mi andaré todavía en estos menesteres.

Finalmente, agradezco a Ventura Cota Borbón por invitarme a escribir en las páginas de Sin Limite Avante, que según me dice, podría estar también cerrando un ciclo importante.

Así es esto. Mientras, hay que seguir siempre en la lucha.