El sábado anterior hubo proceso interno del Frente
Juvenil Revolucionario para elegir a su nuevo cuadro directivo. Los chamacos
priístas se enfrascaron en una lid interna que, en realidad, no dejó nada
nuevo: mapacherías, marrullerías, argucias, trampas, ataques directos,
mentiras, coacción y todo lo que usted quiera agregar. Ahí hubo de todo.
Finalmente pasó lo que siempre pasa: la juventud priísta
quedó partida en dos y hasta en tres. Trabajarán en el FJR sólo aquellos que “ganaron”
un proceso profundamente amañado. El resto de la gente, inclusive los que
fueron a votar por ellos, acarreados de
una forma por demás cínica y descarada, ya no se volverán a parar nunca en el
PRI. Bueno sí, cuando de nueva cuenta se les coaccione a votar por su “candidato
favorito”.
Ganó una muchacha cuyo nombre no tengo a la mano, pero sé
que se apellida Pérez. Es hija de Víctor Pérez Azcolani, un “dinosaurio”
priísta que hizo uso de todo lo aprendido a lo largo de su trayectoria como
militante del PRI para hacer que su hija ganara. Aquí no se trataba de que la
muchacha aprendiera a competir. El propósito era ganar a como diera lugar y
haciendo uso de los recursos posibles. La niña no podía perder.
Del lado contrario, estaba Luis Fernando Páez Bolaños, de
oficio maestro y excelente baterista. Joven entusiasta, muy trabajador,
descendiente de un matrimonio que han sabido colocarse socialmente como una
pareja ejemplar. De ideas positivas, con mucho empuje derivado de una
mentalidad limpia y noble, y con el sano propósito de ir a una competencia que --
creía -- iba a estar cargada de limpieza y honestidad.
Tarde se dio cuenta Luis Fernando que para poder aspirar
a un “legítimo” triunfo, tenía que haber aprendido antes a jugar sucio, a
coaccionar, a hacer trampas y traicionar. Tenía que saber que venía lo peor,
como que una noche antes los vidrios de su carro y el de su padre iban a ser
convertidos en añicos por… ¿por quién? Nunca se sabrá quienes fueron, pero
¡cómo mueve a sospecha que haya sido precisamente una noche antes de que
entrara a una competencia política en el PRI!
Le faltó entender también que había que pagarles a
delincuentes o prostitutas para que éstos atentaran contra sus enemigos. “Le
faltó colmillo” a este joven para advertir que un tal Uribe le había pagado a
una suripanta para que, en el momento oportuno, pasara “casualmente” por donde
estaba su esposa y de manera agresiva le arrebatara un teléfono celular y la
lista de los delegados que tenían. Ni modo, la mujerzuela se lo gritó a los
policías cuando también “casualmente” pasaba por el lugar el tal Uribe. “Él fue
el que me pagó para que lo hiciera”.
Tampoco entendió a tiempo Luis Fernando que había que
aprender a ser un cobarde rajón que, como Saúl Regalado, sólo participó para
hacerse de votos que, con una “declinación”, bastaron para sumarse a la “ganadora”.
Aún así, pudieron levantarse con la “victoria” con una miserable diferencia de
20 votos. La muchacha sola hubiera sido derrotada de manera contundente. Pero
su “dino-papi” vino en su salvamento.
Le faltó, pues, a Luis Fernando, entender que estaba en
una competencia priísta. Y asimilar que la gente de pensamientos positivos, con
una visión modernista y prometedora, no tiene cabida en un partido donde todo
es desaseo y traición. Es lógico suponer que sus propósitos de participar en
política se van a ver profundamente lastimados después de la porquería que le
hicieron.
Sin embargo, algo debe quedarle de lección a este
muchacho. Su integridad moral como persona no ha sido trastocada en lo más
mínimo. Su forma de pensar, sana y positiva, está intacta. De lo único que lo
pueden acusar es de no haber incurrido en marrullerías para hacerse de votos. Los
suyos fueron limpios, todos. Que le hayan ganado entre dos contendientes (?) por la ridícula diferencia de 20 votos, debe dejarle
claro que todos los que fueron a apoyarlo lo hicieron convencidos de que él sí
significaba un cambio positivo entre la juventud priísta.
Mientras tanto, hay que felicitar a la ganadora. Está
recibiendo extraordinarias lecciones de su señor padre. Por eso ya empieza a
ser noticia importante en torno a lo sucia que sigue siendo la política
priísta.
Buen futuro.
Tres observaciones:
ResponderEliminar1.- No considero correcto que te refieras a la persona que hurtó el celular como una "mujerzuela" una "suripanta". Simplemente con escribir que era una mujer era suficiente. Te faltó caballerosidad. Por que recuerda que lo cortés no quita lo valiente.
2.- El joven que mencionas de excelentes atributos, de apellido Paez Bolaños, si está metido en política no se le augura nada bueno, por tanto sabe a qué le tira.
3.- Terminas diciendo que así es la política priísta [sic]. Debes decir que así es la política de sucia y por ende la mayoría de quienes participan en ella.
Saludos.
¿Debo decir?... caray, no pensé que tenía que pensar igual que usted para escribir... le prometo que en la próxima ocasión lo consultaré antes de empezar con mi trabajo... gracias, "anónimo".
EliminarUna persona drogadicta y en este caso de oficio prostituta, que recibe un pago por hacer daño y poner en riesgo la integridad fisica de otra persona, no merece (a mi parecer) ningun tipo de respeto asi sea hombre o mujer...
ResponderEliminarOYE TOCAYO, TENGO ENTENDIDO QUE EL QUE GANÓ FUÉ PRECISAMENTE EL JOVEN PAEZ BOLAÑOS.
ResponderEliminarTE SALUDO.
¿se considera ganador a alguien en la que sus padres los hicieron ganar a base de triquiñuelas?, ¡que honestos dirigentes esta engendrando dizque el nuevo pri!, que ASCO. No, no ganó el joven Páez, ganó la pocilga de la política cínica y corrupta. ¿principios éticos y morales inculcados por sus padres?, que desmoralizante sociedad.....por eso estamos como estamos. ¿a eso de le llama ganar?, estoy vomitando porque soy priísta y el partido nunca cambiará, porque los que quieren cambiarlo simplemente los aplastan y no los dejan.
ResponderEliminarNo puedo creer como el gobierno municipal le de tanta credibilidad a Martha Pérez "Diva" que a parte de padecer de sus facultades mentales es alcoholica, drogadicta y prostituta... Y ME CONSTA!!!
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