Estadísticas alarmantes…

Pues realmente la situación ya está como para poner “el grito en el cielo”. Las estadísticas dicen que, tan sólo en Cajeme, las cifras de asesinatos superaron ya los registrados durante el año completo anterior, lo que evidencia un delicado y muy riesgoso repunte en los hechos violentos en Sonora, donde cinco municipios más ya se consideran de alta peligrosidad.

Si bien es cierto soy de los que opinan que “el que mal anda mal acaba”, y que sólo quienes están inmiscuidos en la delincuencia son los que están susceptibles de ser ultimados por sus contrarios, la violencia con que se realizan las ejecuciones y -- en ocasiones -- el posterior enfrentamiento con la policía pone en un mortal dilema a quienes, para mala fortuna, están en las inmediaciones de los lugares de los hechos.

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