viernes, 4 de julio de 2014

Cae asesino de Empalme

Formaba parte de una célula criminal que cometió al menos 8 asesinatos entre mayo y junio
Ciudad Obregón.- (Diario del Yaqui) Con la captura de siete individuos y una mujer, elementos del Operativo Conjunto, esclarecieron ocho asesinatos cometidos en los meses de febrero, mayo y junio de este año, en las Comisarías de Esperanza y Cócorit.
Durante una conferencia de prensa, el procurador general de Justicia del Estado, Carlos Alberto Navarro Sugich, destacó que esta acción es el resultado de una labor de inteligencia e investigación.
Precisó que los presuntos homicidas son: Yonatan Alexis Villegas Cruz, de 22 años, quien es oriundo de Empalme; Carlos Humberto Talamante Córdova, de 18, mismo que cuenta con antecedentes por delitos contra la salud.
Luis Lorenzo Flores Domínguez, de 29, con historial delictivo por delitos contra la salud y robo en casa habitación; César Orlando Mendoza Hernández, 19 años; Jesús Alberto Villalobos Martínez, de 22 años.
También entre los presuntos implicados se encuentran Daniela Carolina Hernández López, de 22 años; Abel de Jesús Gutiérrez Mazón y Antonio Valenzuela Velarde, ambos de 18 años.
Al último de ellos, se le aseguró una pistola, tipo escuadra, calibre 9 milímetros, noventa y seis cartuchos útiles para escopeta y veinte cartuchos útiles calibre 7.62X.39 milímetros, para “cuerno de chivo”. Aunque se dijo que todos son originarios de esta ciudad, hay versiones que algunos de ellos radican en las citadas comisarías.

RELATAN CRÍMENES
Navarro Sugich, estableció que la captura de esta célula criminal se efectuó el pasado martes detallándose que los hoy detenidos confesaron su participación en las muertes de Ángel Hilario Valenzuela Holguín y Manuel Óscar Castro Terán, de 23 y 42 años de edad, respectivamente.
Ambos aparecieron sin vida el 7 de febrero y 23 de mayo de este año, flotando en las aguas del Canal Bajo frente a la colonia Villa Bonita.
Fueron asfixiados con “torniquetes” con alambre de fierro, supuestamente por rencillas personales.
Posteriormente el 3 de junio dieron muerte a José de Jesús Salas Murillo y Francisco de Jesús Medina Gardea, de 37 y 17 años, con impactos de bala, en la colonia Alameda y al segundo de éstos igualmente lo arrojaron a las aguas del Canal Bajo entre Villa Bonita y Esperanza, con huellas de violencia.
De la misma forma, confesaron haber asesinado a golpes a Adán Antonio de Dios Rubalcaba, de 25 años y con domicilio en la colonia Cajeme. Su cuerpo fue localizado por el camino que conduce al arroyo Bachoco, a unos 3.5 kilómetros al oriente de la colonia Leandro Valle, en Esperanza.
Otro de los asesinatos que confesaron fue el del joven Fernando Alan Verdugo Durand, de 25 años, quien fue hallado envuelto en una cobija en la cajuela de su automóvil, marca Honda, línea Civic, color guinda, modelo 1993, el cual se localizó abandonado el pasado domingo poco antes de las 21:00 horas.
El vehículo se localizó en calle 16 de Septiembre entre Calzada Antonio Valdez Herrera y Pesqueira, a un lado de las instalaciones del ITAMA, en Cócorit.
Igualmente manifestaron haber ultimado también de asfixia por estrangulamiento a Salvador Ayala Piñón y a Verónica Esperanza Mendoza Espinoza, ambos de 28 años de edad, cuyos cuerpos fueron encontrados en el interior de un domicilio ubicado en calle Kalamajari entre Nilo e Industriales, en la colonia Ampliación Alameda.

DIVERSOS GRADOS
El fiscal estatal, señaló que los detenidos, según sus declaraciones tuvieron diferentes grados de participación en estos crímenes, por lo que el Ministerio Público del Fuero Común les decretó la medida de arraigo para efectos de lograr concluir las averiguaciones previas.
Y en el contexto de la causa penal habrá de solicitar el ejercicio de la acción penal por los delitos de homicidio calificado con las agravantes de premeditación, alevosía, traición y retribución dada o prometida, así como asociación delictuosa.
Previó que por el delito de homicidio calificado los implicados podrían alcanzar una pena que va de 25 a 50 años de prisión y por asociación delictuosa de 3 a ocho años de cárcel. 

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