A menos de diez días de iniciadas las campañas de proselitismo en Sonora por parte de candidatos a alcaldes y diputados, en la región Guaymas-Empalme algunos de ellos ya pueden advertir qué resultados podrían obtener en la jornada electoral del 7 de Junio. En este breve lapso, hay quienes están viendo un panorama realmente aterrador, de ahí que estén considerando ya la posibilidad de sólo cubrir el protocolo de una campaña pero sin esperar nada bueno a cambio.
Hay quienes han llegado a esta contienda con un propósito muy específico. En el caso de algunos candidatos a la alcaldía, su siembra es con el objetivo de alcanzar el porcentaje suficiente de votos para asegurar una regiduría y quedar dentro del presupuesto público durante tres años. El sistema electoral mexicano permite el otorgamiento de dádivas a quienes intervienen en este tipo de procesos y los premia de esta forma. Sirve esto de paso para aparentar una democracia que en el país ha sido permanentemente puesta en tela de duda.
Son los casos específicos de Rodolfo Lizárraga Arellano del PT, José Guzmán López González del PRD, Marcos Ulloa Cadena de MC y Heriberto Aguilar Castillo por Morena. De antemano saben que, al menos en este proceso, tienen muy remotas sus posibilidades de alcanzar votación suficiente para un eventual triunfo, pero sí de llegar a ser parte del próximo Ayuntamiento que finalmente es la victoria que persiguen.
A quien eventualmente veo más convencido de disputar el gane es a Francisco Miranda Ceceña de Encuentro Social, aún con los muy escasos recursos económicos con que cuenta.
En tales condiciones, quienes se colocan en una verdadera disputa por la alcaldía, lógicamente soportados en estos momentos por sus siglas partidistas, son Lorenzo De Cima Dworack del PAN y José Luis Marcos León Perea del PRI. El primero trae puntos importantes a su favor, entre estos el haber entrado buenas cuentas en el manejo de los recursos que como Agente Fiscal tuvo a su cargo. Lo único que le han cuestionado hasta ahora ha sido la integración de su planilla de regidores, uno de los cuales proviene del PRD.
En el caso del doctor León Perea, en apenas unos cuantos días, se han encendido los “focos rojos” ante la tibieza con que ha desarrollado una campaña que, a pesar de ser aún incipiente, tiende más a la baja. Entre los mismos priístas se advierte una dolorosa derrota si es que se sigue manejando el proselitismo como hasta ahora. La preocupación creció en el evento oficial de arranque de campaña, en el que emitió un discurso frío, carente de energía y algo tedioso. La estrategia tiene que cambiar urgentemente.
En el caso de la diputación local, en días pasados comenté que el perfil de la candidata del PT Sara Valle Dessens se vende por sí solo. Tras haber sido electa por mayoría en las urnas, fue depuesta de su cargo como alcaldesa en 1999 por revanchismos políticos aderezados con una misoginia brutal, aun cuando su trabajo denotaba entrega absoluta en el servicio público. Sara tiene un capital político que seguramente está provocando preocupación en quienes buscan la misma curul del Congreso estatal.
Manuel Villegas Rodríguez del PAN y Walter Decima Pérez del PRI han trabajado, sí. Quizá de más tiempo el primero. Sin embargo, se requiere de una inyección de ánimo muy efectiva en ambos casos para poder aspirar a buenos resultados. Ofrecer una buena imagen, promover más la figura y lo que representa cada uno para la comunidad debe ser la tónica, habida cuenta del descrédito de los partidos a los que respectivamente pertenecen. Y algo muy importante: hacer a un lado actitudes triunfalistas.
En la lucha por la diputación federal del 04 Distrito, el panista Héctor Moisés Laguna Torres empieza a cosechar parte de su capital político, y con bastante confianza recorre palmo a palmo los 39 municipios que conforman esta jurisdicción. Sin confiarse mucho, dedica poco tiempo al descanso y sigue con su afanosa tarea de convencer de que el PAN está ofreciendo por vez primera a su candidato como la mejor alternativa para el Congreso de la Unión. Sin embargo, su equipo encargado de comunicación evidentemente no ha armado bien sus estrategias de difundir las actividades que se vienen desarrollando.
De la señora Susana Corella Platt, del PRI, lo único que se sabe es lo que rezan sus boletines. No todo es apoyarse en la campaña de la candidata al Gobierno de Sonora Claudia Pavlovich Arellano. Tiene la delicada encomienda de preservar al PRI en el distrito en momentos en que el PAN aparece por vez primera como un potencial enemigo, y una campaña confiada y de poca propuesta podría arrojar un resultado histórico, y no precisamente a favor.
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