Dicen los panistas que no es
ninguna sorpresa que Carlos Dueñas se haya quedado con la presidencia municipal
del PAN, ya que desde antes, la mayoría de los que podían votar ya habían
decidido. No obstante, hubo inconformes que acusaron argucias para favorecer a
quien fuera Tesorero Municipal de Guaymas.
Asegurar que este tipo de
movimientos se hacen en absoluto respeto a la militancia, ya todos sabemos que
es falso. No solamente en el PAN, sino en todos los demás partidos políticos,
incluido hoy Morena, que con todo y el historial que presumen en su todavía
incipiente incursión política, ya evidencian también estar “cortados con la
misma tijera” que todos los demás.
A diferencia del PRI que en
Guaymas no alcanza oxígeno para levantarse de la lona, los panistas, declarados
enemigos a muerte de todo lo que huela a AMLO, trabajan apresuradamente para
tratar de rescatar el prestigio que ellos mismos destruyeron, en Sonora con “El
Memo” Padrés, y en Guaymas con los nefastos César Adrián Lizárraga Hernández y
Lorenzo Decima Dworak, con la pretensión de rescatar la alcaldía de Guaymas en
el 21.
No será tarea fácil,
evidentemente. Más todavía con un Carlos Dueñas, de permanente gesto adusto
como lo fuera en vida Bernardino Cruz Rivas, que difícilmente convencerá al
ciudadano común que ya aprendieron la lección y que nunca más en vida la
volverán a ser, con todo y que le agregue un “Diosito santo”.
El PAN se auto dañó y curar
esas graves lesiones está medio “en chino”, porque siguen auto flagelándose.
Nótese tan sólo la inexplicable y constante ausencia de Decima Dworak a las
sesiones del cabildo donde es regidor. Lorenzo traicionó a los panistas y sin
embargo estos mismos exigieron su estancia en el cuerpo colegiado, donde sigue
dando mucho de qué hablar… pero en contra.
Así las cosas, la tarea para
el señor Dueñas va a ser bastante complicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario