sábado, 3 de agosto de 2019

La renuncia de Jazmín


“Tronó” finalmente la relación que “con pincitas” sostenían la alcaldesa Sara Valle Dessens y el diputado local Rodolfo Lizárraga Arellano. La renuncia, aparentemente no voluntaria, de Jazmín Gómez Lizárraga a la Secretaría del Ayuntamiento, marca el fin de un débil e incómodo vínculo entre los petistas que ganaron al amparo de Morena el proceso del año anterior.
Juran los analistas de la política local que todos lo advirtieron, que ya lo veían venir. Bueno, al respecto, la propia Jazmín, en breve conversación, me respondió que “resumimos que hubo un distanciamiento desde tiempo atrás y hoy concluye en pedir mi renuncia, la cual aún no presento.”
Enseguida, a pregunta expresa, me respondió que “el motivo, me dijeron que por diferencias con regidores, sin embargo los regidores no estaban enterados de que se me había solicitado la renuncia”, señaló respecto a esto que calificó como una larga historia.
Rodolfo lucía molesto cuando respondió mis preguntas sobre el tema. “Estoy molesto porque no se vale”, me dijo.
Le pregunté sobre una publicación que hizo en su muro de Facebbok, donde advierte que “hay otro refrán muy sabio que dice "el tiempo pone a cada quien en su lugar”, y no dudo que así será. Que Dios te bendiga y te de sabiduría para que entiendas que todo aquí está muy mal.” Y me dijo que la alcaldesa la pidió la renuncia a Jazmín.
En tono de enojo cuestionó que “Sara salió del PT, fui yo quien la hizo candidata, que fue lo más difícil, por qué lo más fácil fue ganar (el proceso electoral)”, respondió.
Busqué también a Sara para pedirle su versión de este tema que estremeció social y políticamente al sábado, y quiero pensar que, ya abrumada por los múltiples problemas que sigue enfrentando la administración, me contestó sólo con una frase contundente: “¡la despedí!”.

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