Nunca he creído en las encuestas en relación al tema político.
En otras tampoco… creo que en
ninguna.
Menos aún en las empresas que las hacen, porque finalmente, estas contratan personal para que cumpla con su compromiso laboral, y es tan sencillo decir que se entrevistó a mil personas cuando la realidad es distinta.
Lo que más me convence de la
falsedad de las empresas encuestadoras es que, por lo regular, siempre se lleva
el porcentaje a favor quien paga por ese trabajo. Y más que desconfianza, hasta
natural encuentro que se tenga que quedar bien con quien lo financia.
Podría ser ligeramente más
confiable una encuesta pública a través de las redes sociales, pero rompe esa
credulidad la proliferación de “troles”, esa especie de duendecillos que se
reproducen de manera múltiple en una
misma computadora, de tal forma que una sola persona puede opinar novecientas
veces.
Aun los más destacados
analistas políticos se forman un panorama y así lo exponen, pero al final de
cuentas, son observadores que se hacen un criterio que también puede ser inexacto.
Aun así, hay quienes
despliegan rumores como ese que asegura que Morena tiene tres prospectos claros
para seleccionar a quien será el candidato oficial para la presidencia
municipal de Guaymas. El ingrediente natural en estos casos es que, quien lo
comenta, siempre asegura “me lo dijo una fuente confiable”.
¡Hay tantísimas fuentes
“confiables” en Guaymas!
Bueno, esas voces dicen que
los tres vistos por Morena son Celestino Sarabia Tautímez, Karla Córdova
González y Jesús Alberto Cambustón Cárdenas. Algunos presumen tener el
conocimiento exacto sobre quién será el elegido. “¡Ya es un hecho!”, afirman.
Y luego la recurrencia: “las
encuestas así lo indican”.
Ni a mí ni a mi familia nos
han preguntado nada en algún sondeo… ¿a usted sí?
Apenas ayer comentaba aquí
mismo que, en política, el rumbo es el que la naturaleza te indica.
¿Qué puede haber imposiciones?
¡Por favor! Al igual que en TODOS los partidos, la coacción existe también en
Morena.
Pero creo que, por la misma
inercia actual, la naturaleza no conlleva a una imposición.
¿Usted qué dice?
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