martes, 20 de julio de 2010

CEDH... otra vez.

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos ya intervino en el caso de la persona que fue abatida a tiros por un elemento de la policía municipal en Guaymas. Rafael Madrid González falleció tras recibir presuntamente un par de disparos por parte del agente Edgar Isaac Estrada Barraza, cuya suerte ahora está en manos de la Agencia del Ministerio Público.

Al margen del dictamen que la autoridad vaya a dar a este asunto, resulta inquietante de nuevo la intromisión de la mentada CEDH, cuya presencia se da solamente cuando ocurren problemas de esta naturaleza, es decir, cuando un delincuente resulta perjudicado por el actuar de alguna autoridad.


Sin tratar de defender a un policía que ni siquiera conozco personalmente, insisto en que preocupa la aparición del organismo sólo en casos específicos como éstos, ya que mientras la delincuencia hace de las suyas en las calles en contra de la ciudadanía común, e incluso en contra de las mismas autoridades, la CEDH “brilla por su ausencia”.


Precisamente por eso la frase lapidaria popular: “los Derechos Humanos sólo sirven para alcahuetear a delincuentes”.


Una persona murió acribillada por un elemento policiaco. Es a lo único que las gentes de la Comisión de marras le ponen atención. Si la persona hoy occisa hubiera lesionado con los cuchillos que portaba al mismo policía, la CEDH ni siquiera se hubiera dado por enterada. Es más, me atrevo a pensar que ni siquiera hubiera volteado a ver el asunto si las consecuencias fatales hubieran sido distintas.


El problema aquí es que los mentados Derechos Humanos intervienen mucho antes de que el MP tenga un dictamen del caso. Es decir, desde el anuncio mismo de su intervención, ya están advirtiendo que van a representar una presión para la representación social, que tendrá que actuar en base a lo que suponga será una reacción de los “defensores de los desprotegidos”.


En todo este contexto, un agente policiaco, cuyo nombre no revelaré para evitar que la furia de los señores de la CEDH descargue en él, me comentaba esta mañana: “nosotros siempre llevamos las de perder. Si el delincuente nos golpea, lesiona e inclusive asesina, la gente dice que no servimos para nada. Si nos defendemos, nos tildan de abusivos y de incurrir en excesos de autoridad, aún cuando el delincuente sea un criminal en potencia. Los juzgados siempre somos nosotros, por eso a veces no vale la pena arriesgarse por los demás”.


Y creo que tiene mucha razón.


EN otro asunto, en tanto logramos reactivar nuestra página web, vamos a trabajar en este blog, derivado de la insistencia de un amigo personal. Agradezco anticipadamente su comprensión y apoyo, como siempre.

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