A poner los pies en la tierra...

No estuvo mal el proceso democrático desarrollado ayer por Acción Nacional en Guaymas y Empalme. Los resultados fueron los que se suponían desde semanas atrás. Manuel Aguilar Juárez, César Adrián Lizárraga Hernández y Javier Caraveo Rincón se impusieron con muy cómodas ventajas sobre sus sendos contrincantes. No había lugar para un reclamo por la parte contraria. Los números fueron contundentes.
Hay varios aspectos que vale la pena resaltar de lo que observamos en este proceso. De entrada hay que reconocer que todas las argucias que desplegaron en especial dos panistas no sirvieron de nada ante una unidad muy mayoritaria dentro de la militancia panista y sus adherentes. Si bien los porcentajes de la participación adherente estuvieron por debajo de lo que se suponía, los números indicaban claramente cómo están las cosas en el PAN local.
Oscar González García y Héctor Hernández García fueron arrollados por la participación del panismo guaymense. Y seguramente en estos días argumentarán miles de cosas para justificar su vergonzosa derrota, pero lo cierto es que sus estrategias no les funcionaron. Hernández García volvió a demostrar que en política es un constante perdedor. Es tiempo de entenderlo y retirarse.
Hubo personas identificadas con el PRI que circularon por la cancha de tenis del Gimnasio Municipal, sede del proceso panista. Podría haberse tomado como algo natural en cuanto a que querían percatarse del desarrollo del evento. Pero el comentario empezó a cobrar más fuerza: eran gente pagada por Otto Claussen Iberri para que coaccionaran a votar a favor de Oscar González García. La versión, sin embargo, no fue corroborada por nadie. Pero la suposición seguía circulando.
De comprobarse esto, el PAN debe iniciar un inmediato proceso para retirar sus derechos como panistas a estas dos personas. Según se, dentro de Acción Nacional la traición no cabe, no se permite. Ellos ya habían traicionado los principios azules cuando en algunas estaciones de radio golpeaban con dureza a Aguilar Juárez, en su frustrante intento por debilitarlo como el mejor prospecto para ser elegido candidato. El PAN sabrá lo que hace con ellos.
Y por otra parte, los hoy candidatos electos, pasada la euforia en el triunfo, deberán poner los pies en la tierra y entender que esto apenas es un paso, importante sí, pero sólo un paso más para alcanzar sus propósitos de llegar y seguir siendo parte del gobierno panista. Una postulación no es lo mismo que tener la victoria constitucional en la bolsa. En realidad es ahora cuando empieza lo pesado de la campaña.
Lo que hicieron fue un acercamiento con la militancia panista. Ahora viene lo interesante: convencer al resto de los guaymenses que realmente son garantía para gobernar, y para ello se requiere de un trabajo muy distinto al que se hizo para ganar el triunfo interno en el PAN. Ahora tienen que enfrentarse a guaymenses que tienen muy variadas ideologías políticas y formas de pensar. Ya no va a ser lo mismo.
Al PAN no le fue muy bien como gobierno en esta administración, a pesar de la gran cantidad de obras desarrolladas en el período de Lizárraga Hernández. Sus detractores han hecho hasta lo imposible por crearle una mala imagen. Ahora habrá que salir a la calle a enfrentar eso, y Aguilar Juárez tendrá, por su parte, que convencer a los ciudadanos inconformes que Acción Nacional merece la oportunidad de reivindicarse si lo dejan llegar a la alcaldía.
El trabajo pesado, insisto, apenas empieza. La política de proselitismo tiene que ser radicalmente distinta a la que acaba de concluir.
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Marco Antonio Ulloa Cadena, candidato del PRD-PT-MC a la diputación federal del 04 Distrito, andará hoy por rumbos del tianguis del centro de Guaymas. “El Cachorro” se muestra bastante optimista y le imprime mayor entusiasmo y dinamismo a su campaña, y como lo manifiesta su equipo de campaña, con una confianza absoluta en los resultados que obtendrá el primer domingo de julio próximo.
La verdad es que ha sido una sorpresa el trabajo desplegado por Ulloa Cadena y su equipo de trabajo. Me da la impresión de que es la primera vez que la izquierda se muestra tan participativa en una campaña en busca de la diputación federal. A diferencia de lo que algunos llegaron a pensar, la nominación de Ulloa Nogales logró la inmediata aceptación de los militantes de los tres partidos políticos. Ven la posibilidad de una eventual victoria.
Por la tarde, “El Cachorro” estará reuniéndose con residentes del sector Guaymas Norte, donde llevará su mensaje político a los residentes de uno de las colonias del sector más grande del municipio.
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Por fin reapareció Otto Claussen Iberri. Anoche me llegó aquí la invitación de parte del PRI para la convención de delegados que habrá de desarrollarse esta tarde, a eso de las seis de la tarde, en el auditorio del tricolor, para la elección del candidato a la Presidencia Municipal de Guaymas.
Lo de la nominación de Claussen Iberri parece ser un asunto meramente protocolario. Ahí mismo será postulado, y tras oficializarse su candidatura emprenderá lo que ha sido su sueño desde hace décadas: hacer campaña de proselitismo con el propósito de, por fin, llegar a ser alcalde de este municipio, algo que le había sido negado sistemáticamente.
La oportunidad la tendrá por fin en sus manos. De él dependerá que los resultados le sean satisfactorios.