Cuando las pasiones se desbordan
es sumamente complicado recuperar el control. Más todavía cuando los intereses
tienen que ver con la cuestión económica.
El asunto del retorno de PASA a
Guaymas para el trabajo de recolección de basura, es ahora el nuevo punto de
discusión que convierte en rehén, una vez más, a una ciudadanía enfadada de
vivir en medio de un conflicto político que, al menos aquí, parece no tener
fin.
Pero lo más lamentable es que
esas discusiones se den en medio de un asunto que genera bastante recurso
económico y por el cual los enfrentamientos se advierten muy superiores a las
más famosas peleas de box. Se agravan las cosas porque los bolsillos de algunos
protagonistas ya se vieron perjudicados.
Quizá en Guaymas ya debiéramos
estar acostumbrados a ser espectadores de un circo que para el ciudadano resulta
muy barato, en tanto que los contendientes suben al ring en la búsqueda
desesperada de defender sus interese$ particulares. No tenemos porqué esconder
las cosas: este problema tiene que ver con el dinero que genera la recolección
de basura.
Las cosas marchaban muy bien
entre el alcalde Otto Claussen Iberri y Jesús Fajardo Valenzuela. Incluso
cuando indebidamente se le autorizó al regidor para que habilitara un terreno
por rumbos de San José de Guaymas. Le metió bastantes pesos al caso. No miles…
millones. Le prometieron que recuperaría con creces su inversión.
El regreso de PASA le pegó duro a
Fajardo Valenzuela en sus finanzas, lo que podría justificar que ahora sea él
el cabecilla de los nuevos desórdenes en Palacio Municipal. Es hora que no
recupera el dineral que le metió al negocio y no está dispuesto a perderlo. Así
es que esto va para largo. No creo que se resuelva a corto plazo.
La movilización de líderes de
organismos adheridos a la CTM, de la cual es dirigente, es porque esta central
siempre se ha manejado así: hay que apoyar al secretario general estén o no de
acuerdo. Quien se oponga sabe que pierde cuanta canonjía tenga. Y los
trabajadores que se nieguen a asistir a donde se les ordene se pueden quedar
hasta sin trabajo. Esto así es. Hipócrita sería negarlo.
Algunos regidores que antes
estaban a favor del alcalde hoy están en contra. Sin embargo, están
preocupados. Ediles del PRI, PAN, PRD, PT y MC han tenido su cuota de empleo en
esta administración, y saben que esta rebelión puede dejar sin trabajo a los
amigos que metieron a “trabajar” con cargo al erario. Pero decidieron jugársela
para apoyar a Fajardo Valenzuela en su propósito de recuperar su millonaria
inversión.
Todos estos movimientos NUNCA son
para el bienestar colectivo. Pero lamentablemente impactan aún más a una
ciudadanía que lo único que pide son servicios. La mayoría de la gente
permanece indiferente a estos asuntos por una simple y sencilla razón: en
política y el quehacer público sólo intervienen los que van a sacar un beneficio
económico de eso. Al resto de la gente le importa un cacahuate lo que pase.
Son millones de pesos los que
están en juego. La responsabilidad en el cumplimiento de las funciones públicas
es… un asunto menos importante.
A’i luego lo verán.
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