martes, 15 de abril de 2014

El negocio de la basura

Cuando las pasiones se desbordan es sumamente complicado recuperar el control. Más todavía cuando los intereses tienen que ver con la cuestión económica.
El asunto del retorno de PASA a Guaymas para el trabajo de recolección de basura, es ahora el nuevo punto de discusión que convierte en rehén, una vez más, a una ciudadanía enfadada de vivir en medio de un conflicto político que, al menos aquí, parece no tener fin.
Pero lo más lamentable es que esas discusiones se den en medio de un asunto que genera bastante recurso económico y por el cual los enfrentamientos se advierten muy superiores a las más famosas peleas de box. Se agravan las cosas porque los bolsillos de algunos protagonistas ya se vieron perjudicados.
Quizá en Guaymas ya debiéramos estar acostumbrados a ser espectadores de un circo que para el ciudadano resulta muy barato, en tanto que los contendientes suben al ring en la búsqueda desesperada de defender sus interese$ particulares. No tenemos porqué esconder las cosas: este problema tiene que ver con el dinero que genera la recolección de basura.
Las cosas marchaban muy bien entre el alcalde Otto Claussen Iberri y Jesús Fajardo Valenzuela. Incluso cuando indebidamente se le autorizó al regidor para que habilitara un terreno por rumbos de San José de Guaymas. Le metió bastantes pesos al caso. No miles… millones. Le prometieron que recuperaría con creces su inversión.
El regreso de PASA le pegó duro a Fajardo Valenzuela en sus finanzas, lo que podría justificar que ahora sea él el cabecilla de los nuevos desórdenes en Palacio Municipal. Es hora que no recupera el dineral que le metió al negocio y no está dispuesto a perderlo. Así es que esto va para largo. No creo que se resuelva a corto plazo.
La movilización de líderes de organismos adheridos a la CTM, de la cual es dirigente, es porque esta central siempre se ha manejado así: hay que apoyar al secretario general estén o no de acuerdo. Quien se oponga sabe que pierde cuanta canonjía tenga. Y los trabajadores que se nieguen a asistir a donde se les ordene se pueden quedar hasta sin trabajo. Esto así es. Hipócrita sería negarlo.
Algunos regidores que antes estaban a favor del alcalde hoy están en contra. Sin embargo, están preocupados. Ediles del PRI, PAN, PRD, PT y MC han tenido su cuota de empleo en esta administración, y saben que esta rebelión puede dejar sin trabajo a los amigos que metieron a “trabajar” con cargo al erario. Pero decidieron jugársela para apoyar a Fajardo Valenzuela en su propósito de recuperar su millonaria inversión.
Todos estos movimientos NUNCA son para el bienestar colectivo. Pero lamentablemente impactan aún más a una ciudadanía que lo único que pide son servicios. La mayoría de la gente permanece indiferente a estos asuntos por una simple y sencilla razón: en política y el quehacer público sólo intervienen los que van a sacar un beneficio económico de eso. Al resto de la gente le importa un cacahuate lo que pase.
Son millones de pesos los que están en juego. La responsabilidad en el cumplimiento de las funciones públicas es… un asunto menos importante.
A’i luego lo verán.

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