En el PRI, se advierte una lucha muy fuerte en torno a la candidatura por la diputación federal del IV Distrito. Lo que parecía un camino fácil para el hoy alcalde Otto Guillermo Claussen Iberri, empieza a convertirse en una lucha interna que deriva ya en varios aspirantes, por lo menos uno de ellos con todas las posibilidades de echarse fácilmente a la bolsa la nominación y dejar en el camino a quien se sentía ya “amo y señor de las pelotas”.
Lógicamente, esto lo sabe muy bien el Presidente Municipal. Y ante la extrema gravedad en su asunto, que anticipa una conclusión en una carrera política que pretendía continuarse y posicionarse a nivel nacional, se emprendió en Guaymas una inusitada y frenética campaña de pavimentación con concreto hidráulico en calles de diferentes colonias.
Y no precisamente con el propósito de crear con ello un recurso político que se utilizaría como bandera para una eventual (ya no tan segura) campaña electoral para tratar de llegar a San Lázaro. Si la trayectoria política termina ya no será posible depender del erario, por lo que es urgente fortalecer las cuentas bancarias personales con el 30 por ciento de “utilidades” que dejan las obras públicas en común contubernio con los constructores, una corrupta práctica que, a pesar de ser público y notorio, nadie ha intentado siquiera erradicar. A ningún político le conviene.
Pero bueno, el nerviosismo del alcalde guaymense deriva de la presencia de personajes como Edmundo Chávez Méndez, quien desde la reciente designación en la dirección de la Apiguay se empieza a perfilar como una carta fuerte del tricolor para el proceso electoral que literalmente está en marcha. Desde esa posición, el ex alcalde guaymense está teniendo una fuerte proyección que en un descuido lo va a tener como el más sólido prospecto para alcanzar una postulación y regresar a las competencias electorales.
Y aunque algunos le restan importancia, la figura de Bulmaro Pacheco Moreno, desde la dirección del Instituto Tecnológico de Guaymas, también empieza a cobrar fuerza. Bulmaro es un político demasiado experimentado, cuya posición actual lo perfila fuerte dentro de un sector que tendrá una participación vital en el futuro proceso electoral: los jóvenes. El trabajo que está desarrollando en el ITG está permitiendo que, al menos los muchachos de ese plantel lo vean con excelentes ojos. No hay que perderlo de vista.
Y por si lo anterior fuera poco, Germán Uribe Corona de nueva cuenta incursiona en Guaymas con el propósito de ser tomado en cuenta por el PRI como declarado pretenso a la candidatura por la curul del Congreso de la Unión. “El Chimpitas” viene con una fuerza poderosa detrás de él, por lo que su designación como la carta del PRI en esa competencia podría ser cuestión de trámites nada más.
Va a estar interesante esto.
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Por el lado del Partido del Trabajo se sigue mencionando fuerte el nombre de la licenciada Sara Valle Dessens. Algunos atrevidos dicen que les gustaría verla investida como candidata a la alcaldía de Guaymas, posición que ya ganó limpiamente en una ocasión y de la que fue depuesta por obra y gracia de Armando López Nogales, un gobernador que se dejó manipular al extremo de permitir un vil atropello a la decisión popular, dejando un negro capítulo en su paso por ese cargo.
Sin embargo, quienes tratan de animar a la maestra del CET del Mar le ven fuertes perspectivas para ser una candidata triunfadora a la diputación local.
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