La postulación del candidato del PRI para el Gobierno de Sonora se advierte muy interesante. Al tricolor no se le puede permitir en estos momentos una equivocación que lo ponga en riesgo de una segunda derrota consecutiva en la pelea por el control político del Estado, de ahí que lo que menos se quiere es un enfrentamiento entre los tres más potenciales prospectos para encabezar la fórmula del partido en 2015.
Por eso precisamente se reunieron recientemente el diputado federal Antonio Francisco Astiazarán Gutiérrez y la senadora Claudia Pavlovich Arellano, quienes en un plan de respeto y mucha institucionalidad, convinieron en que, en caso de ser uno de ellos dos el o la nominada, el otro se sumará a su propósito de tumbar al PAN del gobierno estatal. A eso los invitó el PRI, a trabajar en un marco de respeto, pero sobre todo de propósitos sanos de llevar a su partido de regreso a la victoria electoral.
A esta convocatoria no asistió Ernesto Gándara Camou “El Borrego”. Simplemente desdeñó la invitación que se le hizo, demostrando de nuevo con esto que su espíritu de rebeldía sigue vivo, y que bajo ninguna circunstancia aceptaría una postulación que no fuera la suya. Antes insinuaron que no haber sido candidato en 2009 lo hizo apoyar “bajo cuerda” al PAN. Si en esta contienda no se le nomina de nuevo, con más razón apoyará, y quizá ya abiertamente, a su primo panista Javier Gándara Magaña.
El problema que tiene el señor Gándara Camou es su soberbia, al igual que el equipo que lo rodea. No es que esté mal y tenga escasas posibilidades de ser postulado. “El Borrego” cree que el capital político que presume es más que suficiente ya para sentirse confiado y no andar haciendo convenios de institucionalidad ni con su mismo partido. Y ese tipo de actitudes son las que lo pueden llevar a sufrir otro descalabro más y una actitud tan caprichosa como la mostrada en la pasada contienda.
Por cierto, en Guaymas, su equipo de trabajo sigue totalmente enclaustrado. No se tiene el más mínimo conocimiento de trabajo en apoyo a la figura de Gándara Camou. Y ahí se denota, pues, la soberbia que caracteriza a esta gente. En política nada se puede dar por hecho, y si sus “colaboradores” creen que el triunfo de “El borrego” es cuestión netamente protocolaria, bien podrían irse preparando para poner punto final a sus propósitos de regresar activamente a la política, de la cual ya tienen rato ausentes.
Y dentro de los ajustes que se vienen dando al interior del tricolor, cabe mencionar que, evidentemente, al alcalde Otto Guillermo Claussen Iberri ya lo “sentaron”. Y no precisamente se pretende decir que ya le dijo adiós a sus pretensiones de ser candidato a diputado federal, sino que ya le advirtieron que sus desprecios al equipo del cual forma parte, incluyendo al PRI que encabeza Susana Corella Platt, podrían provocar fisuras tan serias que darían al traste con posibles buenos resultados electorales.
Y de paso seguramente le dijeron que de seguir con esa actitud caprichosa, desdeñosa y altanera, podría redituarle correspondencia similar, y entregar la candidatura a otro elemento -- de los varios que hay -- para disputar la curul del IV Distrito en San Lázaro.
En reciente evento en Guaymas Norte, encabezado por el diputado Astiazarán Gutiérrez, al alcalde se le vio solícito, incluso sumiso, reconociendo que si alguien ha apoyado a su administración para las obras que se están realizando, ha sido precisamente Toño, y de paso, tuvo palabras de reconocimiento para la labor desarrollada por la Presidenta del PRI en Guaymas.
Otto podría estar en la cuerda floja de seguir con sus poses de divo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario